Los Diaconos
El cargo de Diácono y Diaconisa es de gran importancia en el Nuevo Testamento entre los servidores de la iglesia del Señor. Para referirse a este honroso cargo se emplea el término griego diakonos, del cual deriva la palabra “diácono” que se puede traducir como servidor, ministro y asistente. La imagen que muchos miembros tienen de un hermano o hermana de la iglesia que se dedica únicamente a barrer y hacer la limpieza, es un concepto equivocado, debido a la falta de estudio de la obra de estos siervos y siervas en la Biblia.
Su área de servicio abarca una amplia gama de tareas en favor de la iglesia, como:
1. Colaborar en los servicios y las reuniones: Dar la bienvenida a los miembros y a los visitantes ayudar a que todos los asistentes encuentren asiento. Ayudar en los cultos y que se desarrollen sin contratiempos. Abrir y cerrar el templo.
2. Visitar a los miembros: Organizarse por zonas y visitar a la congregación para animar y ayudar especialmente a los débiles en la fe, a los ancianos y a las viudas.
3. Colaborar en los servicios bautismales: Realizando los preparativos como limpiar y llenar el bautisterio o buscar un lugar apropiado si fuera al aire libre. Acomodar la plataforma para la ceremonia, entre otras tareas afines.
4. Colaborar en el servicio de comunión: Preparando el lugar y los utensilios para lavamiento de los pies y santa cena. Guardar y cuidar debidamente los utensilios que se usan (paños, palanganas, bandejas, vasos, manteles, etc.). Cuidando que se laven y se guarden donde no se deterioren.
5. Atender a los enfermos, pobres y necesitados: Levantar una lista de enfermos, orar por ellos, informar a la iglesia sobre ellos. Auxiliar a los pobres, realizar colectas de víveres.
6. Cuidar y mantener las propiedades de la iglesia: Dar mantenimiento a los jardines, mobiliario y planta física (limpiando equipos, muebles, paredes, techos, etc), ya sea por ellos mismos o contratando quien lo haga y estar al tanto de las reparaciones evitando que se deteriore la casa de Dios.
Los Diáconos y las Diaconisas tienen tareas que son comunes, los puntos que hemos mostrado son responsabilidades tanto de las mujeres como de los hombres, por lo que no se puede decir que haya tareas que son solo de los diáconos o solo de las diaconisas. Ambos grupos deben trabajar en armonía, poniéndose de acuerdo para que el trabajo no se recargue sobre unos pocos. Ellos deben recordar que son los modernos Levitas, que trabajan no solo con los ornamentos del santuario, sino también con su servicio.
Diaconos tengan animo que Dios los bendice por su valioso trabajo
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