12 de octubre de 2012

Los Diaconos son los Levitas Modernos


Los Diaconos 
El cargo de Diácono y Diaconisa es de gran importancia en el Nuevo Testamento entre los servidores de la iglesia del Señor. Para referirse a este honroso cargo se emplea el término griego diakonos, del cual deriva la palabra “diácono” que se puede traducir como servidor, ministro y asistente. La imagen que muchos miembros tienen de un hermano o hermana de la iglesia que se dedica únicamente a barrer y hacer la limpieza, es un concepto equivocado, debido a la falta de estudio de la obra de estos siervos y siervas en la Biblia.

Su área de servicio abarca una amplia gama de tareas en favor de la iglesia, como:

1.            Colaborar en los servicios y las reuniones: Dar la bienvenida a los miembros y a los visitantes ayudar a que todos los asistentes encuentren asiento. Ayudar en los cultos y que se desarrollen sin contratiempos. Abrir y cerrar el templo.
2.            Visitar a los miembros: Organizarse por zonas y visitar a la congregación para animar y ayudar especialmente a los débiles en la fe, a los ancianos y a las viudas.
3.            Colaborar en los servicios bautismales: Realizando los preparativos como limpiar y llenar el bautisterio o buscar un lugar apropiado si fuera al aire libre. Acomodar la plataforma para la ceremonia, entre otras tareas afines.
4.            Colaborar en el servicio de comunión: Preparando el lugar y los utensilios para lavamiento de los pies y santa cena. Guardar y cuidar debidamente los utensilios que se usan (paños, palanganas, bandejas, vasos, manteles, etc.). Cuidando que se laven y se guarden donde no se deterioren.
5.            Atender a los enfermos, pobres y necesitados: Levantar una lista de enfermos, orar por ellos, informar a la iglesia sobre ellos. Auxiliar a los pobres, realizar colectas de víveres.
6.            Cuidar y mantener las propiedades de la iglesia: Dar mantenimiento a los jardines, mobiliario y planta física (limpiando equipos, muebles, paredes, techos, etc), ya sea por ellos mismos o contratando quien lo haga y estar al tanto de las reparaciones evitando que se deteriore la casa de Dios.

Los Diáconos y las Diaconisas tienen tareas que son comunes, los puntos que hemos mostrado son responsabilidades tanto de las mujeres como de los hombres, por lo que no se puede decir que haya tareas que son solo de los diáconos o solo de las diaconisas. Ambos grupos deben trabajar en armonía, poniéndose de acuerdo para que el trabajo no se recargue sobre unos pocos. Ellos deben recordar que son los modernos Levitas, que trabajan no solo con los ornamentos del santuario, sino también con su servicio.
Diaconos tengan animo que Dios los bendice por su valioso trabajo 

1 de octubre de 2012

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1 de febrero de 2012

Iglesia Adventista de Pocora: Crisis Final

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Los Diez Mandamientos

Exodo 20 
1 Y habló Dios todas estas palabras, diciendo:
    2 Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre.
    3 No tendrás dioses ajenos delante de mí.
    4 No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra.
    5 No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen,
    6 y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos.
    7 No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano; porque no dará por inocente Jehová al que tomare su nombre en vano.
    8 Acuérdate del día de reposo[a] para santificarlo.
    9 Seis días trabajarás, y harás toda tu obra;
    10 mas el séptimo día es reposo[b] para Jehová tu Dios; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas.
    11 Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el día de reposo[c] y lo santificó.
    12 Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da.
    13 No matarás.
    14 No cometerás adulterio.
    15 No hurtarás.
    16 No hablarás contra tu prójimo falso testimonio.
    17 No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo.